ALBELDA.
           a) Localización y objetivos
        En el recorrido de Binéfar a Albelda (carretera A-140), pasando por Tamarite de Litera, se pueden observar desde el vehículo los cultivos de regadío (alfalfa, girasol, maíz, frutales, etc.) En los márgenes y linderos de los campos de cultivo aparecen encinas, almendros y olivos pero también, en las zonas más próximas al agua, chopos, carrizos y cañas.
        Es un lugar adecuado para comentar como la naturaleza que nos queda es el resultado de la intervención antrópica sobre el territorio. El hombre lo ha utilizado con fines agrícolas, ganaderos, mineros, forestales, etc. durante miles de años, destruyendo así la cobertura vegetal y deteriorando mucho los suelos. También se puede tratar la importancia de la vegetación que queda en los márgenes para la existencia de determinada fauna en las zonas más humanizadas.
        Al llegar a Albelda, entramos en el pueblo y ascendemos por la carretera que vuelve a salir a la A-140 en dirección a Alfarrás. Poco antes de llegar a esa salida hay un camino bastante ancho a la izquierda. Es nuestra parada.
        Siguiendo el camino podemos observar las formaciones vegetales que mejor se han adaptado a las condiciones más extremas de clima y suelo en la Litera pues, unido a la aridez propia de toda la zona, nos encontramos, sobre la región de yesos, con los suelos más pobres y erosionados. Es el lugar adecuado para que los alumnos observen algunas de las adaptaciones que presentan las plantas a la aridez. También para que reconozcan algunas de las especies que constituyen los matorrales, sobre todo, aromáticas y espinosas, que aquí aparecen aisladas pero que en otros puntos aparecerán como sotobosque de encinas, coscojas, quejigos, pinos y sabinas. Encontramos incluso algunas especies que viven específicamente sobre yesos como Ononis tridentata, lo que nos sirve para analizar la afinidad de algunas plantas por determinados tipos de sustratos, especialmente según sean silíceos o ácidos y básicos o calcáreos, aunque muchas de las especies son indiferentes a la naturaleza química del sustrato.
        En las paredes más verticales de areniscas aparecen sólo líquenes y musgos, con herbáceas y pequeñas matas en las repisas. Esto nos sirve para tratar el tema de la formación de suelos y su colonización por las especies pioneras. También podemos estudiar cómo afectan otros factores, además del edáfico, a la vegetación existente. Por ejemplo, como influye la pendiente del terreno puesto que se observa una gran diferencia entre las depresiones, aprovechadas por el hombre para el cultivo (almendros, olivos, higueras), y las laderas donde sólo encontramos pequeños arbustos y matas resistiendo las condiciones más extremas. Otro factor es la orientación, ya que en las zonas de solana es una vegetación todavía más pobre, mientras que en las laderas menos soleadas es algo más densa con alguna encina, coscoja y espino negro.

b) Actividades